Narra Ainhoa
Joder, joder... Ya era el día de conocer a nuestros ídolos... ¡Qué nervios! Estábamos esperando al bus para ir a Madrid a la entrevista. Nos levantamos súper temprano, y no me dio tiempo a echarme ni rimel... En fin, habrá que aguantarse...
Llegó un hombre con barba:
-Em... Hola, ¿sois las finalistas del concurso? (obviamente esto lo dijo en inglés)
-Sí, somos nosotras.-dije con una sonrisa.
-Me llamo Paul, os acompañaré hasta Madrid para entrevistar a los chicos.-dijo muy amable.
-Esta bien.-respondimos.
Solo era un viaje de un día, así que nos llevamos cada una, una mochilita pequeña con la hoja de las preguntas de la entrevista, y algo por si nos daba hambre. Pasaron 4 horas y llegamos a Madrid. Cogimos un taxi y fuimos al hotel donde estaban los chicos para hacerles la entrevista.
-Bueno chicas, esta es vuestra habitación.-nos dio un papel con el número de la habitación. Paul se marchó.
-Chicas...-dije pícara.
-Allolla...-dijo Ana.
-¡Vamos a explorar!-dijimos las dos a la vez.
-Chicas vamos mejor a nuestra habitación, no vaya a ser que Paul nos reniegue...-dijo Sheila al estilo madre.
-De eso nada, mami, ¿quién sabe cuándo volveremos a Madrid?-dijimos para convencerla.
-Pero cinco minutos solo, ¿de acuerdo?-dijo Sheila.
-¡Vamos!-subimos las escaleras del hotel corriendo.
-Oye Sheila, ¡es una suerte que te hayan dejado venir, y a ti también, Ana!-dije andando distraída mirándolas a ellas.
-¡Ainhoa, cuidado!-gritó Sheila.
-¿Qué?-no me dio tiempo a reaccionar, me choqué con un chico y le tiré el móvil.-Anda un iphone...¡Digo, lo siento mucho iba distraída y no me he dado cuenta!-al ir a coger el móvil del suelo los dos a la vez nos dimos un coscorrón en todo el cogote.
-Lo siento, ¡soy muy torpe!-dije roja de la vegüenza.
-No pasa nada, ¿estas bien?-dijo el chico.
-Sí, ¡gracias!-dije roja.
-De nada, adiós.-el chico me sonrió y se fue.
Me quedé un segundo paralizada.
-Ainhoa...-Sheila y Ana me miraron pícaras.
-Solo hemos chocado y nos hemos disculpado, punto.-dije colorada y cortante.
-Vale, vale...-dijeron las dos riéndose.
-¿Qué habitación tenemos?-preguntó Sheila.
-La 328.-dije mirando el papel.
Fuimos a nuestra habitación. Estábamos agotadas, así que nos tiramos las tres en la cama a descansar un rato antes de ir a comer y de ir a la entrevista. Estaba pensando en el chico con el que me había chocado... No me pude fijar mucho en él, ya que iba con gafas y gorra, y casi no se le veía la cara. Miré mi reloj:
-Chicas faltan 5 minutos para la entrevista.-dije como si nada.
-¡5 MINUTOS!-reaccionamos las tres.
Nos pusimos a dejar todo bien arreglado y a coger nuestras cosas, para mi suerte, mi querida yaya me habia hechado rimel y brillo de labios, como la quiero. Bajamos corriendo y estaba Paul esperándonos en la puerta donde era la entrevista (era en el salón del hotel).
-Ya podéis entrar, chicas.-dijo Paul abriéndonos la puerta con una sonrisa muy amplia.
CONTINUARÁ...
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